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“Llegué al punto en que pensé que, Dios no lo quiera, algo le había sucedido o que alguien más lo había acogido”, dijo.
Luego, en 2024, los residentes de una casa en Connah’s Quay llamaron a un veterinario local después de que un día apareciera un gato gris y blanco en su patio trasero y permaneciera quieto durante cuatro días seguidos.
El veterinario descubrió que el gato, que resultó ser el Artie desaparecido, llevaba un microchip registrado a nombre de la madre de Theo-Will McKenna y un número de contacto de North Clwyd Animal Rescue (NCAR).
NCAR recibió la llamada y vino a recoger a Artie, pero con el microchip registrado en un número de teléfono antiguo, recurrieron a Facebook para intentar encontrar a los McKenna. Uno de los amigos de Theo aparentemente reconoció a Artie y le envió la publicación.
«Lo estabilizaron y luego publicaron en su página de Facebook, explicando que lo habían encontrado… Mi amigo lo vio y me envió la publicación; me tomó un segundo reconocerlo, porque se veía muy desaliñado y flaco», dijo McKenna. “No parecía real. Pensé que no había manera de que pudiera ser él”, añadió. “Habían pasado 12 años; él desapareció cuando yo tenía 17 años. Pensé que ningún gato podría sobrevivir 12 años en la calle”.
