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Efluentes tratados de clase A, o aguas residuales altamente tratadas que, sin embargo, no son aptas para el consumo, se vertían a lo largo del río Caboolture, que desembocaba en el mar en una zona muy sensible a los nutrientes.
Las aguas residuales contienen miles de toneladas de nutrientes como fósforo y nitrógeno, que pueden causar grandes floraciones de algas dañinas en los ríos. Estas algas reducen la cantidad de oxígeno en el agua, asfixiando a peces, crustáceos y ranas. En cambio, esos nutrientes ayudarán a fertilizar cultivos de piñas, aguacates, fresas, frambuesas y turba.
Una tubería de 22 kilómetros de longitud transportará el agua desde la planta de tratamiento de aguas residuales de South Caboolture hacia el noroeste para almacenarla en la cantera Moodlu, una antigua mina que, al igual que las aguas residuales, se recicla en un depósito.
Se espera que la población de las zonas que abarca el programa se duplique para 2040. Cada inodoro descargado ejercerá presión sobre el sistema de tratamiento de aguas residuales y, por lo tanto, sobre el río y el océano si se mantienen las prácticas anteriores.
