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Conectada a una máquina de bypass, el doctor Patwardhan y su equipo desprendieron el tracto de salida del ventrículo derecho y la arteria pulmonar de donde estaban unidos a la piel, antes de fracturarle las costillas y recomponerlas en una jaula protectora alrededor de la nueva ubicación del corazón.
Un ambiente histórico y expectante reinaba en el quirófano antes y durante la intervención. La operación fue un éxito, y cuando el equipo pudo retirarse de la jornada laboral, la calificaron de «única», en el sentido más estricto de la palabra.
«La mayor satisfacción que sentimos es recibir un mensaje de texto de la madre diciendo ‘gracias, son increíbles‘», declaró Ikenna Omeje, otra miembro del equipo quirúrgico que también operó a Vanellope al nacer. “Personalmente, creo que simplemente hice mi trabajo, pero marqué la diferencia para alguien y eso es muy satisfactorio”.
Naomi Findlay, la madre de Vanellope, dice que antes, traerla al hospital siempre había sido un episodio aterrador. Pero ahora, con su hija recuperándose en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, ha recuperado la confianza en sí misma y está deseando llevarla de vuelta a casa para que vea a sus hermanos y a su hermana menor.
Fuente | BBC
