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Las nuevas normas han sido aprobadas por el organismo regulador de productos sanitarios del país y se estima que ampliarán la base de donantes en 625.000 personas.
“Esta decisión tan esperada e importante salvará vidas australianas“, declaró Rodney Croome, de la campaña Let Us Give, que presionó por el cambio. La directora médica de Lifeblood, Jo Pink, calificó los cambios como un hito significativo.
“La seguridad de la sangre es y siempre será nuestra principal prioridad, pero sabemos que las normas actuales de donación han sido muy difíciles para muchas personas de la comunidad LGBTQIA+… sabemos que han contribuido al estigma que enfrentan”, declaró.
Anteriormente, a cualquier hombre o mujer transgénero que hubiera tenido relaciones sexuales con hombres en los últimos tres meses se le prohibía donar sangre o plasma. Lo mismo le sucedería a las trabajadoras sexuales y las mujeres que tienen relaciones sexuales con hombres bisexuales.
Ahora, la mayoría de las personas que mantienen una relación sexual de seis meses o más con una sola pareja podrán donar sangre, independientemente de su género o sexualidad.
