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Esto abre la posibilidad de replicar, en masa, las habilidades de los mejores cirujanos del mundo. La tecnología que permite a los robots manipular tejidos blandos complejos, como la vesícula biliar, que libera bilis para facilitar la digestión, se basa en el mismo tipo de redes neuronales computarizadas que sustentan herramientas de inteligencia artificial ampliamente utilizadas como Chat GPT o Google Gemini.
Los robots quirúrgicos eran ligeramente más lentos que los médicos humanos, pero menos bruscos y trazaban trayectorias más cortas entre tareas. Los robots también pudieron corregir errores repetidamente sobre la marcha, solicitar diferentes herramientas y adaptarse a la variación anatómica.
Los autores de las universidades Johns Hopkins, Stanford y Columbia lo calificaron de “un hito hacia el despliegue clínico de sistemas quirúrgicos autónomos”.
Casi la totalidad de los 70.000 procedimientos robóticos que se realizan anualmente en el NHS de Inglaterra se controlan completamente bajo instrucción humana, y solo el corte de huesos para operaciones de cadera y rodilla es semiautónomo, afirmó McGrath.
El mes pasado, el secretario de salud, Wes Streeting, afirmó que el aumento de la cirugía robótica era fundamental en un plan decenal para reformar el NHS y reducir las listas de espera. El NHS ha declarado que, dentro de una década, nueve de cada diez cirugías mínimamente invasivas se realizarán con asistencia robótica, frente a una de cada cinco en la actualidad.
